Aceptar, aceptar y aceptar. Sí a todo. Firmo aquí. Y así siempre. Pues bien, un día nos podemos encontrar con un problema gordo si no leemos bien todo lo que firmamos o lo que nos ponen en las pantallas de Internet. Cada vez están más presentes las estafas, sobre todo por la red, y podemos vernos sin un euro en la cuenta corriente o incluso con problemas legales por no leer la letra pequeña de los contratos. Y ahora, en un mundo tan globalizado también nos puede ocurrir que por no conocer el idioma del contrato, metamos la pata hasta el fondo.
Por eso, queremos hacer un llamamiento para que antes de aceptar algo en Internet o antes de firmar algo que estando en español o en otro idioma, leamos y releamos hasta el final. Y si no estamos capacitados para ello, pues lo mejor es que nos pongamos en manos de profesionales de ello. A veces es mejor hacer una inversión que ver cómo lo hemos perdido todo o estamos en un callejón sin salida.
Documentos jurídicos
Nos llega una sentencia a casa o simplemente un trámite judicial y no sabemos qué hacer. En este caso el lenguaje que se usa es muy preciso y la coherencia en la traducción de documentos jurídicos, contratos, acuerdos comerciales y documentos relacionados con la protección de datos se nos hace muy complicado. Pues bien, en este caso habrá que contactar con un profesional que nos haga ver un poco de luz. “El objetivo es ofrecer un servicio de traducción de documentos jurídicos online fiable y de alta calidad para satisfacer tus necesidades legales y garantizar que la comunicación sea impecable en un mundo cada vez más interconectado”, explica María Diéguez del Río, traductora y revisora de Bound Less Translation, con más de nueve años de experiencia y una sólida formación en derecho.
Traducir documentos
Como te decía, en un mundo tan globalizado ahora mismo el saber idiomas es esencial. Sin embargo, ni todas las personas han tenido la oportunidad, ni todas están capacitadas para ello. Ahora mismo son muchos los contratos que se firman en otro idioma o mucho material que se recibe en otros idiomas ya que Internet ha abierto el campo a todos los países y a todas las horas. Pues bien, si necesitas traducir contratos comerciales, informes financieros, documentos jurídicos como cualquier otro tipo de contenido la recomendación es que te pongas en contacto con un servicio de traducción de documentos.
Está comprobado que la internacionalización de contenidos es esencial para el crecimiento de tu negocio y la expansión de tu alcance global. La traducción precisa y de alta calidad puede marcar la diferencia al atraer nuevos clientes, socios e inversores de habla inglesa y francesa.
Problemas que te pueden traer no leer bien
Y es que como no sepamos lo que estemos firmando nos podemos ver encerrados en un problema gordo. Por supuesto, podemos tener una pérdida de dinero. Al no comprender completamente los términos y condiciones de un contrato o acuerdo, puedes terminar comprometiéndote a pagar cantidades de dinero que no esperabas.
Pero también firmar un documento sin comprenderlo puede implicar que estás de acuerdo con cláusulas que van en contra de tus intereses, lo que podría hacerte responsable legalmente de situaciones desfavorables. Y ojo, que son problemas que no se van en tu vida.
Además, si no comprendes los términos de un contrato, es más probable que incumplas tus obligaciones acordadas, lo que podría resultar en consecuencias legales o financieras. Y ya sabes que el no conocer la ley no exime de no cumplirla, por lo tanto, con no conocer el idioma ocurre lo mismo.
Y la verdad, que no conocer un documento que firmas dice muy poco de ti. Se trata de un perjuicio a tu reputación. Puedes comprometerte a acciones que van en contra de tus valores o principios, lo que podría dañar tu reputación personal o profesional. Asimismo, la falta de comprensión de un documento que has firmado puede llevar a malentendidos, conflictos y disputas con la otra parte involucrada, lo que puede ser difícil de resolver una vez que se han generado.
Ya has visto que hay que tener mucho ojo cuando firmas un documento, ya sea en papel o en la red. Y es que ya no vale con leer la letra pequeña, también hay que entenderla. Y si no lo entiendes, déjalo en manos de otros.