Los despidos, los problemas que más litigios ocasionan en derecho laboral

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El mundo laboral es extenso y presenta una cantidad de situaciones ingente. Existen muchos modelos de contrato, muchas necesidades por parte de las empresas, muchos perfiles que se pueden adaptar a muchos puestos de trabajo y una barbaridad de artículos legales que se deben cumplir tanto por parte de empresarios como de las personas que conforman las plantillas de las empresas. Sin duda, la complejidad de una relación entre un trabajador y su empresa puede ser mayúscula y puede dar pie a que haya multitud de problemas que deben ser resueltos con rigor y con justicia. Para eso están las figuras de los abogados y los jueces especializados en materia laboral.

Estamos hablando de un asunto que también es espinoso y en el que, por tanto, hay que tener mucho cuidado estemos en la posición que estemos. Por un lado, desde el punto de vista del empresario, hay que tener en consideración que el trabajador tiene como fuente de ingresos principal para su vida la nómina que recibe al final de cada mes. Por otro lado, desde el punto de vista del trabajador, se debe tener en cuenta que estamos inmersos en el proyecto de un emprendedor que se jugó su dinero en su día en levantar la empresa y se debe siempre mostrar un gran respeto por este asunto. Si se tienen en cuenta estas dos maneras de ver las cosas, la relación siempre va a ser buena.

Hay un momento en el que la situación se pone especialmente tensa en la relación entre un empresario y un trabajador. Se trata del momento en el que la relación comercial se acaba y se produce un despido. Como es lógico, no es una situación fácil, especialmente para el trabajador, que se queda sin esa fuente de ingresos a la que antes tenía acceso y que ahora ve cortada de raíz. Nos parece absolutamente normal que esta situación sea espinosa y es por ello por lo que debe existir una regulación que proteja a las dos partes y que deje claro lo que es legal y lo que no. Esta es la mejor manera de terminar de manera lo más amistosa posible una relación de trabajo.

En una noticia publicada en la página web del diario El País, en concreto en la sección Cinco Días, se comentaban algunos supuestos en los que es ilegal el despido. Entre algunas otras cuestiones, se hablaba de la imposibilidad de despedir a una persona embarazada, a alguien que sea muy mayor o que esté enfermo o por haber hecho uso de la libertad de expresión. Se trata de cuestiones fundamentales que tocan los derechos más básicos de los trabajadores y trabajadoras y que hay que respetar por encima de todas las cosas, como no podía ser de otra manera. Por desgracia, en España y en el mundo hay bastantes empleadores que no respetan esto.

El diario Público realizó en su página web una especie de radiografía de cómo se encontraba el despido en España. Las conclusiones a las que llega se reflejan en el mismo titular y vienen a señalar que el despido en nuestro país es fácil, barato y desigual. Por tanto, debe existir una legislación que proteja a los trabajadores y que les permita combatir cualquier atropello que puedan sufrir por parte de la persona que se encuentra inmediatamente por encima de ella en el organigrama de la empresa para la que trabaja. Han sido demasiados los años en los que el trabajador ha estado desprotegido en España y lo justo es que exista algo una manera en la que pueda defenderse.

Hay un tipo de litigios que es el que domina en cuanto a número en lo que respecta al derecho laboral: la reclamación e impugnación de despidos. Nos han contado desde Abogados en Santander que este tipo de situaciones es incluso más común que la reclamación de salarios atrasados y que, por desgracia, en España vienen aumentando de manera considerable esos casos de impugnación de despidos de los que estamos hablando. Además, queremos compartir un dato con todos vosotros y vosotras y que tiene mucho que ver con esto: los litigios que tiene que ver con estas reclamaciones cada vez presentan un mayor porcentaje de victorias por parte de los trabajadores.

En situaciones de crisis, este tema se convierte en tristemente popular 

En situaciones en los que media una crisis económica, las relaciones entre los empresarios y los trabajadores se convierten en algo mucho más complicado. Es en este tipo de contextos económicos donde se produce un mayor número de despidos y donde el número de litigios relacionados con esto aumenta de una manera considerable. Así ocurrió en el año 2008, momento en el que empezó a desmoronarse la economía española y en el que la tendencia entre las empresas empezó a ser la de ahorrar costes fijos, especialmente los ligados a los salarios de las personas que trabajaban en las empresas. La situación derivada de esto fue la de la llegada a los cinco millones de parados, una cifra que simplemente con recordarla ya nos deja una sensación de angustia.

Durante la crisis ocasionada por el coronavirus, también hubo bastante jaleo en relación a este tema y no cabe la menor duda de que la intervención del Gobierno en relación a los ERTE proporcionó cierta seguridad a las empresas y a los trabajadores en un momento en el que la incertidumbre lo marcaba absolutamente todo. Hay que prestar atención a todo lo que tenga que ver con los momentos duros en materia económica porque son los que van a generar una cantidad grande de problemas entre unas partes y otras y en las que el sistema judicial y las personas que lo componen van a tener que dar lo mejor de sí para resolver la cantidad de trabajo que se va a generar al respecto.

Es bastante complicado que encadenemos muchos años en los que no se produzca una situación delicada en el plano económico. Es algo cíclico si atendemos a la Historia y que no cabe la menor duda de que nos puede generar problemas en el futuro. Nadie está a salvo en este tipo de contextos. El trabajador puede verse ‘cortado’ para que su salario no sea una losa para la empresa y el emprendedor puede ver cómo su negocio va perdiendo fuelle, generando cada día menos ingresos, perdiendo clientes y, finalmente, es posible que se vea obligado a cerrar sus puertas. Esa situación fue común tanto en la crisis de 2008 como en la del coronavirus.

Un asunto habitual en todos los sectores de actividad

Esa situación de tensión de la que estamos hablando se produce en todas las actividades que nos podamos imaginar. Con independencia del sector que queramos analizar, podremos ver cómo los despidos que terminan siendo objeto de disputa son habituales. El sector industrial, el tecnológico, el alimentario, el de la construcción y otros muchos más han vivido y seguro que seguirán viviendo situaciones como las que hemos mencionado. A fin de cuentas, hablamos de situaciones que siempre han estado a la orden del día y que no cabe la menor duda de que podrían solventarse teniendo mayores dosis de empatía, una cuestión que hace mucha falta en la sociedad.

Además, se trata de un asunto que es habitual también entre todos los grupos de edad. Los jóvenes, que han sido uno de los grupos de trabajadores que han estado más expuestos a estas situaciones, son quienes quizá lo hayan pasado peor en este sentido. Pero también hay que hacer referencia a las personas que han estado llegando a la última fase de su carrera profesional y que, a causa de un despido, se han quedado en una situación complicada, sin trabajo y con una edad en la que casi nadie se atreve a contratarlas de nuevo a pesar de la experiencia de la que disponen.

No lo pasamos especialmente bien cuando tenemos que enfrentarnos a un despido. A nadie le deseamos que pase por una situación así porque el agobio que se siente al saber que nos hemos quedado sin empleo y sin los recursos que hemos estado obteniendo al final de cada mes es bastante considerable. Sin embargo, sabed que existen maneras de defender vuestra posición y conseguir que, en caso de que sea un despido improcedente, os puedan readmitir. No hay que plegarse ante situaciones como esta, sino que hay que defender nuestros derechos para que tengamos la posibilidad de obtener lo que nos pertenece.

En todos los lugares del mundo se producen situaciones así, no tenemos razones para pensar que España es diferente en este sentido. Pero sí que debemos tener claro que hay maneras de combatir un atropello si este se ha producido. Esa es la mejor manera de ganar en seguridad en una situación como la que hemos venido describiendo y que, a fin de cuentas, es una de las más complicadas a las que una persona puede hacer frente a lo largo de su vida.