Cuando nos mudamos a un sitio pueden surgir un montón de problemas, aunque siempre tendremos la mentalidad de que ese sitio “suele” ser estable, al menos por un tiempo. Sin embargo, cuando decidimos establecernos en un lugar de alquiler, lo tenemos aun peor; los problemas que surgen suelen ser de mayor dificultad, el tiempo que pasaremos en el lugar es impredecible, y, al fin y al cabo, los vecinos siempre nos tratarán como si no tuviéramos ningún derecho a nada.
Y es que, a pesar de que a nadie le gusta la situación inestable de vivir de alquiler, la mayoría de las personas jóvenes de hoy día (y no tan jóvenes) no ven opciones disponibles para comprar una vivienda, por lo que tienen que conformarse con alquilar una para poder independizarse. De hecho, el simple hecho de alquilar que tan sencillo parece ¡no lo es! Ni siquiera la mayoría de personas que buscan independizarse hoy día lo consiguen debido a la gran subida de precios, a los difíciles requisitos por parte de los propietarios y del boom inestable de los pisos turísticos.
Sea como sea, alquilar un piso es siempre una odisea inestable y molesta. Por culpa de esto, muchas personas acaban decidiendo abandonar la vivienda antes del cumplimiento de fecha del contrato, enfrentándose así a la pérdida de fianza y demás.
¿Quiere saber qué problemas son los más comunes a la hora de alquilar, y cómo podemos solucionar para saber cómo puedes actuar frente a esos problemas? Si es así, quédate ¡esto te interesa!
Alquilar un piso: una aventura sin garantías.
Como hemos mencionado en la introducción, independizarnos hoy día es una odisea impresionante. El conocidísimo problema del alquiler, afecta hoy día cada vez a más personas, las cuáles deben destinar hasta el 84% de su propio sueldo para pagar el alquiler (si tienen la “suerte” de poder vivir de alquiler, claro).
Así es, poder emanciparte está considerado un lujo hoy día, un lujo que también debes pagar bastante caro, lo cual aumenta el umbral de pobreza de todo el país de manera considerable.
Los salarios siguen siendo bajos (y en algunos casos, cada vez más) pero los precios siguen subiendo. Entonces ¿Cómo podemos hacerlo? Y no sólo eso; la mayoría de las personas que buscan emanciparse no pueden optar a ello por la simple razón de que no consiguen trabajo, o debido a que sus trabajos son totalmente precarios e inestables.
Si a eso le sumamos la incansable lista de requisitos por parte de los propietarios y el incansable ciclo de los pisos turísticos, la situación no mejora. La mayoría de propietarios pide condiciones que rozan los derechos humanos: para alquilar el piso necesitan 2 y hasta 3 fianzas (cosa que sólo pedían anteriormente las inmobiliarias), muchos no alquilan si tienes hijos, mascotas o pareja, y hay otros que directamente no están decididos a alquilar si no eres profesor o funcionario ¡imagínate!
Ante toda esta lista de condiciones es lógico pensar, que aquel que pueda pagarse un piso de alquiler y emanciparse es un suertudo (aunque no sea así).
Problemas comunes de alquilar un piso y cómo enfrentarnos a ellos.
Por si fuera poco, los problemas no terminan cuando por fin has encontrado piso, aunque sea de alquiler. Después de que, por lo general, tienes que destinar gran parte de tu sueldo a pagar facturas de luz, agua y alquiler, surgen otros problemas más que sólo pueden ocurrirte si estás alquilado, porque claro ¡el piso no es tuyo!
- Reparaciones y mantenimiento.
A veces, los propietarios pueden retrasarse en la realización de reparaciones necesarias o en el mantenimiento del piso por muchas razones; no debería ser así, pero como a ellos no les corre prisa ¿Qué le vamos a hacer?
Esta situación es muy molesta, pero la mejor manera de abordar esto es comunicarte claramente con el propietario (sin esperas) o con la agencia de gestión de la propiedad. No te calles nada por no molestar; esto solo empeorará las cosas.
- Problemas de pago y fianza.
Por desgracia, suele haber malentendidos o disputas sobre el pago del alquiler o la devolución de la fianza al final del contrato de arrendamiento. Por ello, es muy importante mantener registros claros de todos los pagos y comunicarse abierta y transparentemente con el propietario o la agencia para resolver cualquier problema relacionado con el dinero.
Siempre que puedas no intentes acabar “pacíficamente” con el propietario del piso por no molestar; tú serás el que acabe mal ¡no lo olvides!
- Ruidos y problemas con los vecinos.
Los vecinos ruidosos pueden ser una fuente constante de molestia sin duda.
Si los intentos de solucionar el problema directamente con los vecinos no tienen éxito, piensa en contratar un mediador. Según nos aconsejan estos mediadores en Cantabria, un mediador comunitario puede facilitar la comunicación entre todas las partes involucradas y ayudar a llegar a una solución que sea aceptable para todos.
- Problemas de convivencia.
Si compartes el piso con compañeros de piso, pueden surgir peleas y desacuerdos sobre la limpieza, el ruido, el uso de las habitaciones y las salas comunes, etc.
Por eso es importante establecer reglas desde un principio y solucionar cualquier problema de convivencia de manera abierta y respetuosa. No dejes que todo fluya entre vosotros como si nada: preocúpate por cambiar las cosas y todo irá mejor.
- Cambio en las condiciones de vida.
Por último, en algunas ocasiones los propietarios pueden decidir vender la propiedad o realizar cambios importantes que afecten a las personas que están de alquiler.
En estos casos, es importante que reconozcas tus derechos como inquilino y te comuniques con el propietario o incluso con la policía para resolver cualquier preocupación o problema que pueda surgir como resultado de estos cambios. Ten en cuenta que, a no ser que en las cláusulas del contrato ponga “podemos echarte de un día para otro” (cosa ilegal, por cierto) ¡Sencillamente no pueden hacerlo! Cuídate de estos problemas siempre.