Los servicios que prestan las farmacias.

Compartir

Más post

Una farmacia es mucho más que un simple despacho de medicamentos. En ellas se prestan servicios de asesoramiento y control sanitario que mejoran la salud de la población.

Si te fijas, cuando pasas por delante de la fachada de una farmacia podrás ver rótulos escritos que nos anuncian algunos servicios que se ofrecen en el interior: homeopatía, ortopedia, etc.

Actualmente, algunas farmacias están utilizando internet para darlos a conocer. Los farmacéuticos de la Farmacia Ramón Ventura, una farmacia ubicada en el barrio barcelonés de Noubarris que proporcionan servicios de medicina bioreguladora y detección de intolerancias, nos cuentan que de esta manera la gente puede conocer mejor los servicios que prestan las farmacias y descubrir cuál es la farmacia más cercana a su domicilio en el que pueden proporcionarle la asistencia que necesita.

Las farmacias son un servicio sanitario esencial. Contar con una farmacia que cubra un ratio de población determinada es tan importante como disponer de un centro de salud o de un hospital cercano. Entre todos, de una forma complementaria, protegen nuestra salud.

Es importante que partamos de que las farmacias no están solo para vendernos las medicinas que nos ha recetado el doctor. Estos son algunos servicios que se suelen prestar en las farmacias españolas:

Análisis de sangre.

En las farmacias, los análisis sanguíneos se han convertido en un servicio cada vez más accesible para los clientes. Estos análisis suelen realizarse mediante una simple punción en el dedo, proporcionando una pequeña muestra de sangre que se analiza en el mismo establecimiento. Este procedimiento rápido y mínimamente invasivo permite obtener información valiosa sobre parámetros como los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos.

Los resultados se entregan de manera ágil, brindando al cliente una instantánea de su estado de salud en cuestión de minutos. Esta práctica permite una toma de conciencia del estado real de la salud del cliente y favorece su seguimiento por parte del usuario, quien puede recibir orientación basada en los resultados obtenidos.

El control regular de los niveles de azúcar en sangre y colesterol es clave para preservar la salud a largo plazo y prevenir problemas médicos más graves en el futuro. La regulación adecuada de estos índices es esencial, ya que su desequilibrio puede desencadenar una serie de complicaciones y trastornos que afectan al sistema cardiovascular y metabólico.

El monitoreo de los niveles de azúcar en sangre es crucial, especialmente para las personas con diabetes o en riesgo de desarrollarla. La hiperglucemia, o niveles elevados de azúcar en sangre, pueden derivar en complicaciones graves, como enfermedades cardíacas, daño renal, problemas de visión y neuropatía. Mantener un control constante permite ajustar el tratamiento, la dieta y el estilo de vida para mantener los niveles dentro de rangos aceptables.

De manera similar, el control del colesterol es vital para la salud cardiovascular. Niveles elevados de colesterol LDL, conocido como «colesterol malo», pueden acumularse en las arterias, formando placas y aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cardiovasculares.

Control de la presión arterial.

El control de la presión arterial es una práctica común que se realiza en la mayoría farmacias, como parte de los servicios de salud preventiva. La toma de tensión arterial se lleva a cabo generalmente mediante un manómetro o un monitor automático.

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Se mide en dos valores: la presión sistólica y diastólica. La presión sistólica representa la fuerza ejercida por la sangre cuando el corazón late y expulsa la sangre, mientras que la presión diastólica es la fuerza entre los latidos del corazón, cuando el músculo cardíaco se relaja y se llena de sangre.

Un valor típico se expresa, por ejemplo, como 120/80 mm Hg, donde 120 es la presión sistólica y 80 es la presión diastólica. Estos números se consideran el rango normal.

El control regular de la presión arterial es crucial porque la hipertensión arterial, o presión arterial alta, es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares. La detección temprana y el mantenimiento de la presión arterial dentro de rangos saludables son esenciales para prevenir complicaciones graves.

Cuando la presión arterial es elevada, puede dañar gradualmente las arterias y el corazón, aumentando el riesgo de arteriosclerosis, aneurismas y enfermedades del corazón. Además, la hipertensión arterial puede afectar otros órganos, como los riñones y los ojos, generando problemas de salud adicionales.

Las farmacias desempeñan un papel importante al proporcionar servicios de toma de tensión accesibles para el gran público. La realización periódica de estas mediciones permite a las personas monitorear su salud cardiovascular y tomar medidas preventivas si es necesario. Las intervenciones pueden incluir cambios en la dieta, aumento de la actividad física, reducción del estrés y, en algunos casos, medicamentos recetados por un médico.

Asesoramiento nutricional.

Algunas farmacias ofrecen servicios de asesoramiento nutricional y control de peso. Para ello suelen trabajar estrechamente con un profesional en nutrición. Las farmacias disponen de básculas precisas que facilitan el índice de masa corporal. Es decir, el peso que tiene el individuo con relación a su altura, género y edad. Alertando sobre casos de sobrepeso o de problemas de desnutrición.

La Organización Mundial de la Salud concibe la obesidad como un problema de salud pública, especialmente patente en los países desarrollados. Más allá del aspecto estético, el sobrepeso influye decisivamente en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, la aparición de diabetes tipo 2 y el desarrollo de problemas óseos y musculares que afectan a las articulaciones.

El Instituto Nacional de Estadística señala que el 16,5% de los hombres mayores de 18 años sufren obesidad en algún que otro grado, y un 15,5% de las mujeres. En la franja de edad que va de los 40 a los 75 años, el porcentaje en hombres se dispara al 44,9% y en las mujeres se sitúa en el 30,6%. Un problema que influye en el empeoramiento de la calidad de la salud y en la merma de la esperanza de vida

Intolerancia alimentaria.

Gracias al test que realizan algunas farmacias se pueden detectar la intolerancia respecto a determinados alimentos que habitualmente consumimos.

La intolerancia consiste en una reacción por parte de las células sanguíneas ante la presencia de determinadas proteínas en la sangre. Ante las cuales, las células responden liberando sustancias patógenas llamadas alérgenos. Estos anticuerpos destruyen las proteínas alimentarias, evitando que surtan efecto en nuestro organismo y desencadenando un proceso que se puede manifestar en dolores abdominales, diarreas, estreñimiento o la aparición de problemas cutáneos como erupciones, acné, eczemas, psoriasis, picor o urticaria.

Aunque presenten síntomas parecidos a una alergia, su procedimiento de detección es diferente. Así como el tiempo en el que se manifiestan los efectos secundarios. La alergia se diagnostica principalmente por los síntomas, los cuales aparecen de una manera casi instantánea. Mientras que la intolerancia alimentaria se detecta por la presencia de anticuerpos IgG y normalmente se manifiesta cuando estamos haciendo la digestión o a posteriori.

Medicina biorreguladora.

Este enfoque médico se basa en reforzar el sistema inmunitario de la persona mediante la asimilación de determinados principios. La revista de salud Top Doctors señala que la autorregulación es un proceso natural por el cual el cuerpo por sí mismo combate la enfermedad y regenera los tejidos y órganos dañados, recuperando con el tiempo el equilibrio.

Este fenómeno se puede apreciar en la mayoría de las infecciones víricas. En ellas, nuestro organismo pone a funcionar toda una serie de aparatos como el sistema inmunológico, el nervioso, el aparato digestivo, el endocrino, etc., de forma sincronizada, hasta que el cuerpo expulsa por completo el virus.

Si las defensas de nuestro cuerpo están mermadas, por una alimentación inapropiada, por otra enfermedad o por nuestro estilo de vida, el impacto de la infección es mayor. Por tanto, necesitamos aportar, al organismo, nutrientes que refuercen el sistema inmunitario.

La medicina biorreguladora de sistemas (BrSM) fue formulada por el doctor alemán Hans-Heinrich Reckeweg en 1936, con el objetivo de potenciar que los enfermos se curaran así mismos.

Más que un tipo de medicina, se trata de un enfoque sobre cómo se plantea la práctica médica, poniendo especial hincapié en la medicina preventiva. Una de las claves para que el individuo esté sano se basa en llevar un estilo de vida saludable que permita que sus defensas orgánicas estén altas para poder afrontar en mejores condiciones una posible enfermedad.

No podemos decir que la medicina biorreguladora sea un remedio infalible, ni que se pueda aplicar en todos los casos. Es, más que otra cosa, un complemento de la medicina oficial, reforzando los tratamientos que recetan los médicos.

Tampoco se puede automedicar uno solo, ni aplicarla cualquier persona. Para utilizarla es necesario tener conocimientos específicos sobre la materia y partir de un análisis concreto de la situación del paciente.

Las herramientas de control de la salud que tienen las farmacias, así como el conocimiento por parte de los farmacéuticos de los principios activos y sus efectos sobre el cuerpo, permiten que un profesional formado en la materia pueda aplicar estos tratamientos.

Conocer los servicios que prestan las farmacias, nos permite hacer un uso más efectivo de las mismas, mejorando nuestra salud.